Como han vivido su boda...Vanesa y Raul #NoviosdelPostigo
El día de nuestra boda ha sido uno de los momentos más especiales de nuestra vida. Desde el primer momento sabíamos que una de las decisiones más importantes era elegir el lugar donde celebrar con todos nuestros amigos y familiares un día tan señalado. Teníamos claro que no queríamos celebrar nuestra boda en un hotel. Buscábamos un lugar diferente y lo encontramos.
La primera vez que visitamos el Palacio del Postigo los dos pensamos lo mismo: ¡esto es justo lo que estábamos buscando! Un lugar sorprendente, muy cerca de Valladolid, con las comodidades de un hotel (cocinas propias, parking privado) y todas las ventajas de una finca privada (espacios al aire libre, exclusividad de las instalaciones, una sola boda al día…).
Después de hablar con Erika y Alberto terminamos de convencernos: el Palacio del Postigo era el lugar perfecto para celebrar nuestra boda. Desde el primer momento su trato fue inmejorable y nos transmitieron una gran profesionalidad. Su único objetivo era que el día de nuestra boda no nos preocupásemos de nada, sólo de disfrutar con nuestros familiares y amigos. ¡Y lo consiguieron!
La preparación de la boda fue muy sencilla. Erika siempre estaba dispuesta a escuchar todas nuestras propuestas y a proponernos nuevas ideas para sorprender a nuestros invitados y conseguir que el día de nuestra boda fuera inolvidable. Siempre tenía una respuesta para todas las dudas y problemas que le planteábamos. Siempre estaba disponible, cualquier día, a cualquier hora. Y por si esto fuera poco, su relación personal con nosotros fue estupenda, muy cercana. El resultado fue una boda totalmente personalizada, a nuestro gusto. Desde el día que comenzamos a preparar la boda hasta el día de la celebración Erika siempre nos transmitió mucha tranquilidad. Tenía todo bajo control. Las semanas antes de la boda suelen ser días de muchos nervios (confirmación de invitados, últimos preparativos…). Nosotros pasamos unos días muy tranquilos gracias a Erika y todo su equipo.
El día de nuestra boda fue un día perfecto, inolvidable. Un día que siempre recordaremos.
El montaje fue sorprendente. Todo estaba decorado cuidando el más mínimo detalle: el sitting, los jardines, el salón, los centros de mesa, el photocall, el candy bar… ¡incluso los aseos! Durante la celebración Erika y todo su equipo siempre estuvieron pendientes de que todos los invitados estuvieran a gusto y disfrutaran de la celebración tanto como nosotros. Estaban atentos a todos los detalles (si a alguien le dolía el estómago le preparaban una manzanilla, si alguien tenía frío o calor lo solucionaban al momento,…).
La comida fue excelente. El cóctel de bienvenida fue simplemente espectacular. Los invitados probaron todos los pinchos y ninguno tuvo que perseguir a los camareros para conseguirlo. La cena estaba buenísima, tanto como el día que hicimos la prueba del menú. Cada mesa tenía un camarero “sólo para ellos” que se encargaba de que no les faltara de nada. Alberto y su equipo de cocina prepararon un menú especial para los invitados que tenían algún tipo de intolerancia o alergia alimentaria. Muchos invitados nos felicitaron al acabar la cena. Desde aquí trasladamos todas estas felicitaciones, y la nuestra (¡a nosotros también nos encantó la cena!), a Alberto y todo su equipo de cocina por el excelente trabajo realizado.
Disfrutamos muchísimo de nuestro gran día. Y todos nuestros invitados también. El lugar era precioso, la decoración era impresionante, la boda estuvo llena de detalles, la comida estaba buenísima, la atención del personal del Palacio fue excelente… (no son opiniones nuestras, que también, ¡son palabras de nuestros invitados!)
Si volviéramos a celebrar nuestra boda, la decisión sería la misma: ¡elegiríamos el Palacio del Postigo!
Ahora sólo deseamos una cosa: poder volver algún día al Palacio del Postigo a disfrutar de una boda como invitados ;-)
¡MUCHAS GRACIAS A ERIKA, ALBERTO Y TODO SU EQUIPO!
