Aceites de Oliva
Tanto la vid como el olivo pertenecen a la cultura mediterránea porque se adaptan a suelos pobres y soportan climas extremos. En el caso de la viña, los viticultores y bodegueros de Valladolid han demostrado que se pueden hacer algunos de los mejores vinos del mundo, incluso para competir con los franceses y los italianos, aunque sea otro cantar el hecho de que sigan siendo desconocidos en gran parte del mundo. Aunque el olivo que tuvo gran importancia hace siglos en estas tierras había desaparecido en la provincia, empresarios y bodegueros han apostado por la elaboración de aceites de oliva virgen extra. Una de las teorías sobre el origen del nombre de Valladolid señala que proviene de ‘Vallis olivetum’ (Valle de los Olivos). Aunque Valladolid se encuentra al límite geográfico para el cultivo del olivo por sus temperaturas extremas, los hechos han demostrado que las aceitunas se dan bien en la provincia.El presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla y León, Julio Valles, se ha pronunciado en numerosas ocasiones para valorar las características organolépticas de los aceites de oliva virgen extra que se elaboran o producen en Valladolid para destacar que todos ellos tienen en común la calidad, «son auténtico zumos de oliva», ha afirmado este experto en gastronomía y asesor de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez.Grandes empresas como el Grupo Matarromera y Quesos Entrepinares han diversificado sus negocios tradicionales con la apuesta por un sector en auge en la provincia, pero también hay pequeñas empresas familiares que se han dejado seducir por uno de los productos de la dieta mediterránea con más proyección internacional.Uno de estos empresarios es José Barbero. Este viticultor y oleicultor tudelano está enamorado del cultivo y transmite ese amor cuando relata su historia. Plantó olivos de la variedad arbequina en Tudela de Duero, término municipal vallisoletano en el que ya tenía viñas. De hecho, vende sus uvas al enólogo y bodeguero Mariano García. Sus dos hijas le ayudan en todas las tareas para cuidar unos olivos que están en producción ecológica. Elaboran al año 5.000 litros del aceite de oliva virgen extra Acontia Oleum, que se moltura en una almazara extremeña ecológica. Este aceite está acogido al Consejo Regulador de Alimentos Ecológicos. También las garrafas de plástico son reciclables.Julio César Gil produce 2.000 litros de aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina en Matapozuelos, bajo la marca La Arbequina de Castilla. Recolecta en octubre por lo que el aceite tiene la intensidad de la aceituna verde. Se elabora con molturación mecánica en frío y decantación por gravedad.Jesús Merino y Enrique Gómez lanzaron al mercado el aceite de oliva virgen extra Oligueva, de Olmos de Esgueva, que se produce con una agricultura integrada.Vallisolivetum es el resultado de una mezcla de las variedades Picual y Arbequina de olivos plantados hace una década en Rodilana, junto a Medina del Campo.Por el momento, la única almazara de la provincia es la que la familia Martín de Quesos Entrepinares ha instalado en Medina de Rioseco, donde elabora Pago de Valdecuevas con las aceitunas de arbequina de sus 140 hectáreas de olivos.BodeguerosTambién los bodegueros se han sentido atraídos por el mundo del aceite de oliva de primera calidad. Así, el Grupo Matarromera cuenta con 70 hectáreas de olivos para producir sus aceites de virgen extra Oliduero y Oliduero Ecológico.Alejandro Fernández elabora Dehesa La Granja con las variedades picual y arbequina de sus olivos de la finca de Vadillo de la Guareña; el francés afincado en Rueda Didier Belondrade se declara un enamorado del aceite de oliva y comercializa COQ Selección Belondrade, de la variedad arbequina de olivos de Lérida. Richard Sanz acaba de sacar al mercado su virgen extra de arbequina Menade A Eva, elaborado con las aceitunas de los olivos que poseen los hermanos Sanz en La Seca.